Con frecuencia pensamos que sentir ansiedad es algo malo, sin embargo, no podríamos vivir sin ella.
La ansiedad es la activación que necesitamos para funcionar, para vivir. Es esa sensación que nos hace ilusionarnos con un nuevo proyecto o con una fiesta sorpresa. Es ese estado que nos hace prevenir un problema o nos ayuda a buscar soluciones ante las dificultades…
La ansiedad nos prepara para la acción. Prepara nuestra mente y nuestro cuerpo.
Esta ansiedad de la que hablo, es lo que conocemos como AROUSAL o ANSIEDAD ADAPTATIVA. Aquella que nos permite funcionar con eficacia y afrontar las dificultades. Aquella que nos permite reaccionar y anticiparnos al peligro.
Por otro lado, nos encontramos la ANSIEDAD DISFUNCIONAL, la más conocida. Aquella que aparece como reacción a situación que no son aparentemente peligrosas y viene acompañada de preocupaciones incesantes, sensación es desagradables, malestar corporal y pensamientos atemorizantes.
La ansiedad disfuncional, es irracional y condiciona nuestro día a día.
Si lo has intentado todo con la ansiedad y no has podido regularla, sería conveniente que pidas cita con un/a profesional de la psicología para que pueda valorar tu caso y planificar un tratamiento personalizado.